Ir al Cine es bueno para la salud
IR AL CINE ES BUENO PARA LA SALUD.
El poder psicoterapéutico de las artes es ampliamente conocido. Un libro, una película, una canción… Cualquier objeto resultado de un proceso creativo puede ayudarnos a salir de una crisis, tomar una decisión, optar por una vida mejor. Lo sabe bien Mercedes Martínez, psicoterapeuta y criminóloga que trata a sus pacientes con inspiradores filmes en el proyecto Medi-Cine.
"Conozco a personas que han terminado con una relación dañina por una película (Te doy mis ojos, de Iciar Bollaín) o se han atrevido a vivir más libremente su sexualidad tras visionar otra (Beginners, de Mike Mills)\", cuenta. Para la experta, el visionado en grupo de determinadas historias (y una ulterior charla al respecto) puede a ayudarnos a \"adquirir habilidades emocionales, aprender a tomar decisiones, a poner límites, a generar opciones, a atravesar duelos y a reflexionar o manejar la ansiedad".
Una buena película funciona en ocasiones, como una visita al psicólogo, y que la historia verse sobre la salud mental lo hace doblemente eficaz. Es el caso de La cura de Yalom, un documental de Sabine Gigiger sobre la vida de Irvin Yalom (Washington, 1931), referente en el campo de la psicoterapia, autor de varios superventas, conocido académico en la Universidad de Stanford y existencialista. El biopic anima al espectador a emprender un viaje mental con su protagonista, a través de reflexiones esenciales capaces de tumbar cualquier crisis de existencia.
"Ver una película con alguien ayuda a comprender los diferentes puntos de vista. Cada espectador ve algo en lo que otro puede no haber reparado. En el posterior análisis se desarrolla la intimidad emocional, evitando lo superficial\", zanja Mercedes Martínez. El tercer par de ojos lo pondrá el doctor Yalom. El documental llegó a los cines el 31 de julio de 2015.